Golpe mortal a una obra que ha perdurado por más de 60 años- Mamá Rosa detenida y hospitalizada
El martes pasado a temprana hora, alrededor de las 9, decenas elementos de la Policía Federal (PF), de la Procuraduría General de la República (PGR), de la SEIDO y del Ejército Mexicano, apoyados con tanquetas, vehículos artillados y armas de alto poder tomaron por asalto la Casa Hogar de “La Gran Familia” de Mamá Rosa.
El operativo, diría posteriormente en conferencia de prensa el gobernador sustituto Salvador Jara Guerrero, fue acordado y planeado desde una semana antes con el Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes y al Dip. Daniela de los Santos Torres.
Como si se tratara de acorralar, cercar y dominar a muy peligrosos delincuentes y generando el lógico terror entre los niños, adolescentes y adultos, las fuerzas policiacas tomaron el control de la Casa Hogar, revolviendo todo lo que encontraron a su paso.
Poco después de su ingreso al inmueble localizaron, sometieron y encerraron en un pequeño cuarto a su codiciado objetivo: Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, “Mamá Rosa”, quien fue custodiada e incomunicada por elementos de la Policía Federal fuertemente armados.
A pesar de que un paramédico que formó parte de la incursión policiaca aseguraba que “Mamá Rosa”, a sus más de 80 años, estaba rebosante de salud, lo cierto es el azúcar le subió a 240 y tenía presión elevada (160-150).
Simultáneamente otros elementos revolvieron y concentraron en un sitio colchones, cobijas y otros objetos de los dormitorios de los niños y niñas y detuvieron a varios de los colaboradores de la “La Gran Familia”.
Debido a lo anterior, los niños tuvieron que dormir esa noche en el suelo o sobre los barrotes de las literas y sin cobijas pues apenas llevaron unas 60 cobijas para los cerca de 600 miembros de La Gran Familia.
Debido a sus problemas de salud, fue posible que “Mamá Rosa” fuera internada en el hospital San José para estabilizarla y para que recibiera la atención médica que requiere.
Para custodiar a esa mujer de más de 80 años en el hospital se montó un impresionante operativo de vigilancia como si se tratara de cuidar a una peligrosa delincuente.
Nunca antes, ni cuando se ha internado allí a delincuentes heridos en enfrentamientos con la fuerza pública, se había montado un operativo como el que se montó para cuidar a “Mamá Rosa” en el hospital donde aún permanecía el jueves por la mañana.
Aún el jueves por la mañana se desconocía con precisión el paradero de los colaboradores de “Mamá Rosa”, quienes, al igual que ella, han sido objeto del linchamiento mediático a tal grado que han sido presentados y calificados como peligrosos secuestradores.
El exterior del inmueble fue aislado y acordonado con vehículos artillados de las fuerzas policiacas, apoyados por elementos del ejército, que cerraron los carriles de circulación del cuerpo oriente de la calzada en el tramo de Soriana al cruce con Virrey de Mendoza, y un tramo del parque lineal, situación que se mantenía sin cambio hasta el jueves pasado por la mañana.
LA VERSION OFICIAL
El mismo día del operativo y de la “captura” de Rosita Verduzco y sus colaboradores, la plana mayor de la Procuraduría General de la República, encabezada por su titular, Jesús Murillo Karam, quien solamente aparece en los casos de justicia más relevantes, acompañado por el gobernador del Estado, Salvador Jara, dio la noticia.
Allí estuvieron también el licenciado Tomás Zerón de Lucio, Director en Jefe de la Agencia de Investigación Criminal; el maestro Rodrigo Archundia Barrientos, Subprocurador Especializado en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y, por la Policía Federal, el Comisario Antonio Garza García.
Murillo Karam dijo que ese martes, en acatamiento a una orden de cateo derivada de la denuncia hecha por 5 personas en relación al hecho de que sus hijos estaban en un albergue, “podríamos llamarle internado si ustedes quieren”, y que no se los devolvía, se instrumentó un cateo después de una labor de investigación para determinar la posibilidad real de los hechos.
Reconoció que la Policía Federal, el Gobierno del estado, la Policía Ministerial de la Procuraduría, los miembros de la Agencia, y con el apoyo del Ejército, “en razón de que se nos decía que había una gran cantidad de niños en el lugar, y para garantizar la seguridad de ellos, también acordonó con el Ejército el lugar”.
Con estas investigaciones y con esta coordinación del Gobierno Federal así como el estatal y a solicitud del señor gobernador, se realizó el cateo para verificar los hechos durante el que encontró a cerca de 500 niños “en condiciones verdaderamente lamentables”.
Que había mucho más denuncias de las que se plantearon en el origen por los cinco padres, algunas también se les van a replantear, y dada la importancia del hecho y dada la circunstancia del albergue que “supuestamente hacía una función social, es que tanto las autoridades federales como las del estado preferimos hacer del conocimiento de todos la realidad de la situación”.
Por su parte el gobernador del Estado reconoció en esa conferencia de prensa que fue él quien solicitó la intervención al agradecer “la intervención de la Procuraduría ante mi solicitud”.
La solicitud, dijo, fue por las denuncias pero también porque a “un grupo de rotarias que habían intentado ingresar a este albergue o casa hogar” no les había sido permitido como tampoco a la Comisión de Género del Congreso Estatal.
El Procurador agregó que una vez que hubo iniciada la fe ministerial de las condiciones en que se encontraba el lugar, inmediatamente se tuvo que actuar para empezar a eliminar las plagas que se encontraban allí. Según él había ratas, chinches y pulgas.
Tomás Zerón de Lucio dijo que el operativo se deriva de al menos 50 denuncias en contra de los administradores de esa casa hogar, principalmente Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, por privación ilegal de la libertad.
Según Zerón, los niños eran obligados a pedir dinero, se les alimentaba con comida en mal estado, dormían en el suelo entre plagas, eran víctimas de abusos sexuales y tenían prohibido abandonar las instalaciones.
Los bebés que llegaban a nacer dentro de la casa hogar eran registrados como hijos de la fundadora, sin permitir que los padres biológicos pudieran llevar ninguna tutela o decisión sobre los menores, argumentando que los dejaría ir al cumplir la mayoría de edad, entre otros señalamientos.
Las edades de los menores que se encuentran en esta casa hogar son entre tres y 17 años de edad; 278 menores de edad hombres, 174 menores de edad mujeres y 138 mayores de edad, entre edades de 18 a 40 años. También se encontraban 6 bebés de entre 2 meses y tres años de edad.
Informó la PGR el mismo día sobre la situación jurídica de María de Carmen Verduzco Verduzco y las 8 personas que se encontraban laborando para ella, en total nueve personas, quienes se encuentran rindiendo su declaración ministerial.
UN ACONTECIMIENTO QUE CONSTERNO
La noticia sobre la incursión y el operativo policiaco y judicial contra La Gran Familia y “Mamá Rosa” cundió como reguero de pólvora. La noticia conmocionó, consternó y originó el repudio generalizado con escasas muestras de aprobación.
Las redes sociales se congestionaron. Allí aparecieron cientos de mensaje de solidaridad, tanto de personajes comunes como de reconocidos personajes como Enrique Krauze, escritor, intelectual, ensayista, historiador, biógrafo, crítico, editor, ingeniero, empresario cultural, director de la Editorial Clío y de la revista cultural Letras Libres, miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio Nacional, quien conoce bien la obra de Rosa Verduzco y quien advirtió que lo hecho contra “La Gran Familia” tendrá repercusiones internacionales.
Otro personaje que repudió los hechos fue Jean Meyer, historiador de gran prestigio internacional, quien en entrevista con Denisee Maerker de hecho negó las acusaciones que se le hacen a “Mamá Rosa”.
Los zamoranos, como dijo un eminente médico de esta ciudad, le deben mucho a “Mamá Rosa”, hay una deuda pendiente con ella que los zamoranos no le han pagado.
Pero no sólo los zamoranos sino también familias y comunidades a las que ha apoyado no solamente dando albergue a sus hijos en “La Gran Familia” cuando lo han necesitado sino de otras formas como los recordados repartos de despensas. Todos recuerdan cómo compartía con familias de comunidades y colonias quesos de gran calidad que le regalaban para la Casa Hogar.
Todos conocen el empeño que ha tenido para atender a las familias o padres de familia que han acudido a ella para pedirle auxilio en relación con muy diversos temas.
No se ha olvidado de los ancianos desprotegidos para los que ha creado lo mismo comedores que albergues para que duerman aunque su afán de hacerlo o supervisarlo todo de manera directa no siempre dé el resultado deseado por ella.
La de Rosa Verduzco es una obra colosal que, como toda obra humana, está expuesta a errores y fallas pero que, comparados con el servicio que ha dado a la sociedad, esos errores y esas fallas no opacan para nada la labor de Mamá Rosa.
La de la Gran Familia de “Mamá Rosa” es una obra que no pudieron acabar las penurias por las que ha pasado su fundadora durante más de 60 años para atender a los niños, los miles de niños; obra que no han podido acabar ni la edad de Mamá Rosa con sus más de 80 años pero que sí pretende acabar el gobierno como pago a toda una vida de servicio.
Ese gobierno, que en sus diferentes niveles, acudió no una sino varias veces en demanda de apoyo de parte de Mamá Rosa para que recibiera a los niños que no podía controlar en las correccionales.
Ese gobierno al que Rosa Verduzco, con su obra, ayudó al asumir, desde joven, una responsabilidad que ese gobierno no asumió o no cumple cabalmente que es el de garantizar el bienestar y formación de los niños, los niños abandonados, los niños dejados desde bebés en las banquetas, los niños dejados por sus madres en una caja a las puertas de La Gran Familia y otros muchos miles de niños abandonados más que en los más de 60 años de La Gran Familia ha dejado como saldo el actual sistema de gobierno.
Y junto con el gobierno, como pudo apreciarse aún la tarde del miércoles, aparecieron a la entrada de la casa hogar un grupo de padres de familia que son los que hace uno, 2, 5, 10 y hasta 40 años abandonaron o que aceptaron dejar sujetos a ciertas condiciones con Mamá Rosa a sus hijos.
Esos niños no deseados, esos hijos a los que no pudieron educar y que ahora son violinistas o saben tocar el piano o cantan y que han estudiado la primaria, la secundaria y hasta la preparatoria, ahora son reclamados por sus padres porque ya son productivos, ya los pueden poner a trabajar, ya los pueden explotar como sucedía en algunos casos cuando siendo niños llegaron a la Casa Hogar.
También acudieron al exterior de la Casa Hogar padres o familiares de los niños que, como es natural, quisieron conocer el estado de sus hijos ante las alarmantes informaciones difundidas por algunos medios de comunicación que han hecho alarde de amarillismo.
Se habla de secuestro pero no puede hablarse de secuestro de personas, en este caso los niños adolescentes y jóvenes, que hacen frecuentes viajes de paseo a balnearios y playas o que son llevados a funciones de circos, juegos mecánicos y otras actividades de diversión.
Menos puede hablarse de niños y jóvenes supuestamente secuestrados que lo mismo ofrecen conciertos en las calles o escuelas que en lugares como Bellas Artes y en festivales internacionales como el de música de Morelia.
Si el propio gobierno reconoce que en la Casa Hogar hay personas hasta de 40 años nadie puede creer que esas personas han estado allí secuestradas durante todo ese tiempo.
Para nadie es desconocido que, sobre todo en otra época de los 60 años de esta obra, el propio DIF y algunos tribunales enviaron pequeños delincuentes para que La Gran Familia los cuidara y por tanto estaban sujetos a una vigilancia especial pues no se les podía permitir que trataran de escapar dado que legalmente estaban bajo la responsabilidad de La Gran Familia.
Se habla de supuestas violaciones sexuales. No puede negarse que pudieron darse pero nunca como práctica frecuente y menos auspiciados por Mamá Rosa y sus colaboradores. En una casa en la que es común la convivencia entre cientos de jovencitas y jovencitos esos casos pudieron darse, como también pudieron darse casos de homosexualidad.
EL ENSAÑAMIENTO
Como toda obra humana, la de Mamá Rosa es una obra que ha tenido errores. Tal vez el principal error es el de asumir plenamente el papel de madre que en una familia de pocos hijos es difícil pero que en una familia de 600 como La Gran Familia lo es mucho más.
Tal vez el error principal de Mamá Rosa fue el de no admitir que no es lo mismo atender a 10 ó 20 niños que tenía en los primeros años de su obra a atender ahora a 600 de diferentes necesidades, de diferentes edades, de diferente origen e incluso de diferente cultura.
No ha querido admitir, además, que el paso de los años naturalmente ya pesa sobre su humanidad pues no es lo mismo tener 20 ó 30 años que más de 80, edad ésta que le impide atender personalmente a sus hijos las 24 horas del día como lo hacía en su juventud y como lo quiere seguir haciendo.
Ha desoído las sugerencias que le han hecho personas cercanas a su obra para que delegue funciones, para que forme un comité o un patronato que la auxilie.
“¿Cuándo formas tu patronato para que atienda a tus hijos cuando te mueras, porque te vas a morir primero que yo?”, le dijo a una de las personas que le hizo esa sugerencia.
Pero los errores en los que Mamá Rosa ha incurrido no justifican nunca el hecho de que ahora sea tratada como una de las más peligrosas delincuentes.
En vez del ostentoso operativo que se utilizó en contra de La Gran Familia bien pudo el gobierno, el mismo DIF, que nunca antes de preocupó por las carencias de Mamá Rosa. Pudo el gobierno simplemente intervenir para revisar su funcionamiento y para, en su caso, hacer todas las recomendaciones necesarias a fin de que las fallas fueran subsanadas y los errores encontrados se corrigieran y no criminalizar una obra que tiene el reconocimiento de la sociedad.