SOCORRO PONTONES
Este mes, en que celebramos a nuestra madre, recordé una anécdota que me sucedió en una de las veces que me dediqué a colocar nuestra imagen en posters en algunos establecimientos de nuestra ciudad.
Hablando con los dueños de los comercios, les expliqué qué es VIFAC y cuál es nuestro objetivo, y la mayoría de muy buena gana me permitieron colocar algún afiche en sus paredes.
Sólo una persona, con ceño fruncido, me mandó "con cajas destempladas" a poner papeles a otro lado.
Sorprendida por su actitud, di las gracias y media vuelta, cuando una voz proveniente de la misma tienda donde me habían despedido, me hizo volver la vista atrás.
-Señora, por favor, dígame de qué se trata eso que anuncia -me dijo un joven que había salido a alcanzarme-. Le ruego perdone a mi padre, considérelo, pues es mayor y no tiene buen carácter.
Con cierto apremio, le expliqué que nuestra Casa-Hogar les brinda a las mujeres embarazadas un lugar donde vivir, atención médica y de psicólogas para cuidar de ellas y además contábamos con voluntarias que nos apoyaban capacitando para el trabajo a nuestras beneficiadas...
En ello estaba, cuando su papá se acercó a nosotros y, enrojeciendo, me suplicó que lo perdonara por su actitud, porque no había entendido de qué se trataba cuando me acerqué a ellos.
-Señora, le pido de manera humilde que me perdone por contestarle agresivamente -me dijo el hombre-.Yo nunca conocí a mi madre....yo era muy pequeño cuando murió después de dar a luz prematuramente a mi hermana, y después las dos murieron, porque no pudieron recibir la atención necesaria. A mí me "recogieron" (¡qué palabrita cruel!) unos tíos y anduve de familia en familia, porque mi padre nos había abandonado y jamás se ocupó de nosotros.
Si hace cincuenta años hubiera habido una casa como la de ustedes, yo hubiera conocido a mi madre....Discúlpeme de nuevo y no ponga uno, sino dos posters aquí en mi negocio. Bien altos, para que no los arranquen y los puedan ver las mujeres que necesiten de su ayuda.
-Con muchísimo gusto, señor!, y con una sonrisa que me partió la cara en dos, pegué sendos papeles justo a la entrada de su tienda. Altos, como me dijo el dueño.
VIFAC ofrece ayuda completa a mujeres embarazadas, completamente gratis.
Si conoces a alguna mujer embarazada que necesite ayuda, de cualquier tipo, háblale de nosotras! Estamos para apoyarla a ella y a su bebé.
Nuestros teléfonos son 51-5-27-96 y si vive fuera de la ciudad de Zamora o no tiene dinero para llamarnos de un teléfono público, 01 800 3 62 22 07.
¡¡EN VIFAC, CELEBRAMOS LA VIDA !!