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Puebleando: San José y Naranjo de Chila, lugares tranquilos

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Las calles anchas y polvorientas y las casas dispersas del ejido de Naranjo de Chila, Mpio. de Aguililla, dan la impresión de encontrarse en medio de la nada en un Michoacán bello que tiene mucho de qué presumir.

Después de 4 horas de camino y paisajes hermosos como son Jacona, La Cantera, Tarecuato, Guáscuaro, Tingüindín, Los Reyes, Peribán, Buena Vista Tomatlán con sus huertas de limón y viveros con diferentes árboles frutales, después de ver varios sitios de federales trabajando por la paz de Michoacán tuve la oportunidad de visitar esta comunidad el pasado fin de semana, y a pesar de lo que pudiéramos creer y temer en cuanto a la inseguridad y los malos momentos que le ha tocado vivir a los habitantes de este lugar, es sorprendente ver y respirar la paz y la tranquilidad con que se vive.

NARANJO DE CHILA

Está situado en el municipio de Aguililla, en el estado de Michoacán. Tiene 545 habitantes y está a 280 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Su clima es muy variado, desde tropical en su mayor parte, con lluvias en verano, las temperaturas que oscilan durante el año, de 10.0 a 38.2 grados centígrados.

Un calor húmedo, pegajoso es el que se siente. Los rayos del sol caen fuertes sobre la tierra arenosa aunque esto a los pequeños habitantes no les afecta, ya que caminan por la calle sin zapatos y sin ningún gesto de dolor o desagrado por pisar piedras y tierra caliente.

Aunque por la noche un viento fresco ayuda a mitigar el sopor de la mayor parte del día.

Los habitantes en su mayoría son adultos; muchos radicados en Estados Unidos tienen sus casas amplias, de 20 metros de frente por 40 de fondo y frecuentemente otras personas son quienes las habitan para cuidarlas. Se las prestan.

La única área adoquinada es la plaza engalanada con un pequeño kiosco, de ahí en fuera todo es terracería.

Sus calles bien alineadas, de 20 metros de ancho, alojan árboles frutales como el tamarindo, mango, ciruelos, guamúchiles…

En la localidad hay 268 hombres y 277 mujeres. El promedio de fecundidad de la población femenina es de 3.86 hijos por mujer. El porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 17.43% y el grado de escolaridad es de 3.64.

La mayoría se dedica a la agricultura o a la ganadería.

Una de las actividades que también se practica aquí es la cacería.

Existen 3 tiendas de abarrotes en esta comunidad, y hay 3 centros educativos: preescolar federal Carlos Basauri, Primaria José Ma. Morelos, telesecundaria en turno matutino y telebachillerato que se imparte en turno vespertino.

Los adolescentes y jóvenes que deseen seguir estudiando deben salir de la comunidad para lograrlo.

El ejido constituido hace 71 años tiene una vida tranquila, habitantes que tanto hombres como mujeres apoyan en las labores de la ganadería. No es raro ver pasar a niños o mujeres en su burro cargando leña o llevando de comer a quien cuida las chivas en el cerro.

Las 2 tortillerías con que cuenta dan servicio muy temprano pero solamente por unas horas ya que la mayoría de las mujeres hace sus propias tortillas en casa.

En cuanto amanece los habitantes que no tienen muchas ocupaciones, sobre todo las personas de la tercera edad, se posicionan de su silla o mecedora (que dejan en la calle toda la noche) para refrescarse bajo algún árbol, ya que las temperaturas son agobiantes.

Es necesario hidratarse constantemente, sobre todo las personas que trabajan a pleno sol, como lo hace el Sr. Juan Aceves Ochoa con su “perro salado” (agua mineral con limón y sal) quien tiene más de diez años de radicar en Chila, fue a hacer un trabajo de herrería y se quedó porque “acá el trabajo no falta” y la gente lo acogió y le prestó casa para vivir.

Sus habitantes son personas muy amables, sin conocer a su interlocutor saludan y entablan plática con los visitantes como si ya se hubieran visto antes.

Gente tranquila, sencilla, agradable pero con gran poder económico en su mayoría.

Las casas amplísimas tienen varias puertas, la mayoría construidas con techos de lámina, otras de lozas cubiertas con estructura de metal para evitar las goteras en tiempo de lluvia, circuladas con cerca de alambre o malla ciclónica.

Los famosos “besucones” (lagartijas blancas casi transparentes que emiten sonidos parecidos a los besos), iguanas, sapos, alacranes, venados, águilas… es el entorno de las casa-habitación.

Los medios de comunicación son muy pocos, podríamos decir que solamente la televisión, el teléfono y la radio. Amén de internet o celular, ya que la señal se pierde después de pasar por el Aguaje, antes de llegar a San José de Chila.

Quizá eso ha permitido que las personas tengan más tiempo para compartir y ayudar en las labores de la casa.

Lamentablemente por falta de otras opciones o más alternativas de educación, las muchachas se casan a muy temprana edad, aunque curiosamente solamente por la iglesia.

En varios patios de las casas se pueden ver “redes” de voleibol que es el pasatiempo favorito de los jóvenes.

Por medio de un puente peatonal, que se utiliza más en tiempo de lluvias que es cuando crece el río sobre el que está colocado, se cruza y se llega al

RANCHO SAN JOSÉ DE CHILA

que se localiza ya en el municipio de Apatzingán. El clima predominante es tropical con lluvias en verano; presenta temperaturas que oscilan de 8 a 39.8.

Ahí tuve la oportunidad de platicar con el Pbro. José María Mendoza Guillén, encargado desde hace año y  medio, aproximadamente, de la capilla en honor a San José, y de las comunidades de Naranjo de Chila, Los Potros, etc.

Joven presbítero originario de Naranjo de Chila, que en poco tiempo ha hecho notables trabajos en la capilla a la que le construyeron su barda perimetral, aplanaron y pintaron y en estos momentos están trabajando en lo que será la casa del párroco.

Los trabajos se realizan con apoyo de la comunidad que aunque “no acuden mucho a escuchar misa pero sí apoyan económicamente, y los hermanos separados ahora que han aumentado su visita a estas comunidades (dos veces por semana) siguen decepcionados porque no tienen respuesta a sus invitaciones”.

Una casa muestra los impactos de bala en San José de Chila durante un enfrentamiento en mayo del 2013 entre autodefensas y templarios y lo que queda de un monumento construido a Nazario Moreno “El Chayo” (los soldados lo demolieron casi en su totalidad), da fe de la tranquilidad con que se vive en estas comunidades. Amén de casas lujosas que quedaron abandonadas por sus anteriores habitantes.

Este rancho consta solamente de una calle, cuyas proporciones son más angostas en comparación de las de Naranjo de Chila que, por lo que me enteré, todas las casas miden 20 por 40 y se puede adquirir un terreno en 15 ó 18 mil pesos.

Aguililla se encuentra localizado al suroeste del estado y aproximadamente a 290 kilómetros al suroeste de la ciudad de Morelia. Cuenta con una extensión territorial de 1,406.39 km², lo cual representa el 2.39% del territorio del estado. Colinda al norte con el municipio de Buenavista, al este con los municipios de Apatzingán y Tumbiscatío, al sur con Tumbiscatío al noroeste con Tepalcatepec y al oeste y suroeste con el municipio de Coalcomán.

El municipio pertenece a las regiones hidrológicas Balsas y Costa de Michoacán.

Sus recursos hidrológicos son proporcionados por los ríos Aguililla y Chapula, los cuales desembocan en el río Nexpa; así como los ríos Arroyo seco, El limón y Chila.

Vale la pena seguir recorriendo los caminos de Michoacán.

Pies de fotos

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