SOCORRO PONTONES
Uno de los pilares que sostiene la gran estructura en nuestra institución es, sin duda, el Voluntariado. Así, con mayúsculas.
Esta área está conformada por una Coordinadora y por un grupo de mujeres, más que generosas, que nos ofrecen sus conocimientos, sus habilidades y su tiempo de una manera completamente gratuita, pero no desinteresada. Me explico.
Nuestras maestras voluntarias son Mujeres que comprenden la necesidad de preparar a las mujeres embarazadas que reciben los beneficios de VIFAC en distintos oficios, para que, una vez hayan nacido sus bebés y se reintegren a sus familias o a donde ellas decidan volver, puedan, de manera digna y responsable, sostenerse económicamente sin descuidar a sus hijos, ya sea trabajando desde sus casas o formando parte de la fuerza laboral en empresas ya establecidas.
Y digo que lo hacen de manera interesada, porque el interés que nos y las mueve es el de hacer de nuestras beneficiarias mujeres responsables y dignas, capaces de sostenerse a sí y a sus hijos y salir, como muchas, avante a pesar de la situación en la que vivan.
Así, dentro de nuestros talleres, tenemos el de Corte y Confección, de cuya responsable hablaré hoy, con su venia, naturalmente.
Hace dos años y cinco meses, exactamente, la maestra Aurora Rodríguez se integró a nuestro equipo como titular del taller de costura, corte y confección.
Cómo supo de VIFAC y qué la animó a sumarse a este proyecto, lo supe hoy, y como las buenas nuevas hay que difundirlas, he aquí la historia:
Doña Aurora supo siempre que su misión en este mundo era la de educar y formar hombres y mujeres de provecho. Aprendió a coser desde los doce años y, a la fecha, no ha habido día en que deje de tomar una aguja entre sus dedos y comparta su saber a quienes se hayan acercado a aprender el noble oficio. Gracias a él, y en apoyo a su esposo, dieron carrera profesional a sus hijos. Y tuvieron once, nada más...
Me contó que cuando ya sus hijos estuvieron más grandecitos, ella empezó a dar clases en una secundaria, además de atender la pequeña Academia que abrió en su casa. Su labor de maestra duró treinta años, y al jubilarse, hace casi tres, se encontró de pronto sin gran cosa que hacer.
Fue entonces cuando una de sus hijas le habló de una casa-hogar donde atendían a mujeres embarazadas y le sugirió que se contactara con Lorena, una amiga, que formaba parte del Consejo de dicha casa.
Lorena, que ya conocía a Aurorita, acondicionó con ella y con la colaboración de algunos benefactores, un pequeño taller en un salón que VIFAC tiene en comodato. Las clases iniciaron de inmediato y los resultados han sido más que satisfactorios.
En estos dos años, nuestras mujeres embarazadas han recibido en este taller y gracias a Aurora, los rudimentos del arte de la costura, el corte y la confección de prendas de vestir, oficio que desarrolla en ellas habilidades que ni siquiera imaginaron. Aurora nos dice que algunas no saben ni enhebrar una aguja, así que, con su método, van aprendiendo lo básico: desde cortar la cantidad justa de hilo, hacer bastillas, pegar botones y cierres, broches y ojales, hasta trazar los moldes y cortar en tela las prendas que ellas mismas estrenarán algun día. O sus hijos, pues algunas de sus alumnas en VIFAC tienen niños que necesitan vestir.
Aurora declara que se siente muy orgullosa de despertar en nuestras chicas el interés por este oficio, y que, además de aprender a coser, ellas descubren posibilidades y nuevos horizontes en sus vidas, pues es sabido que al coser, una mujer comparte vida con aquellas otras que la acompañan. De esta forma, Aurora las guía también por los caminos de la vida, con sus años de experiencia como mujer y madre, mientras trazan sobre el papel las líneas de sus moldes, y luego cortan las prendas que se convierten en ropa para ellas y para sus hijos, o para futuros clientes.
¿Estás interesada en aprender a coser con nosotras, y a hacerlo muy bien, de manera profesional? Llámanos al 5-15-27-96, y pide informes. No es necesario que estés en VIFAC, nuestra Academia está abierta para tí.
EN VIFAC CELEBRAMOS LA VIDA.