Fue presidida por el Nuncio Apostólico Sr. Christophe Pierre- Acompañamiento de una docena de obispos-Participación de alrededor de 200 sacerdotes- Se cerró la Puerta Santa
Histórica, imponente, muy concurrida y muy bien organizada estuvo el pasado jueves 8 de este mes la clausura del Año Jubilar por los 150 años de la creación de la Diócesis de Zamora.
Encabezada por el Sr. Nuncio Apostólico Christophe Pierre, la clausura del Año Jubilar tuvo varios momentos, todos ellos muy significativos, los cuales se desarrollaron en la Santa Iglesia Catedral y en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, iglesia ésta en la que se celebró la misa de clausura.
La ceremonia comenzó a las11:00 horas con el cierre de “la Puerta Santa” en la Catedral luego de que el Sr. Nuncio tuvo la deferencia de reunirse en la sala capitular con los representantes de los medios de comunicación en una rueda de prensa.
Mientras tanto en el presbiterio de la Catedral fueron colocadas las reliquias de San Rafael Guízar y Valencia, de la beata Vicentita Dorotea y el beato José Sánchez del Río, la Virgen de la Esperanza patrona de la Diócesis así como la Cruz del Jubileo.
La ceremonia de cierre de la Puerta Santa comenzó con la procesión de entrada y el Himno del Jubileo Diocesano y la participación tanto del Sr. Nuncio como de una docena de obispos, entre ellos el Obispo de Zamora Dn. Javier Navarro Rodríguez y el Obispo Auxiliar Dn. Jaime Calderón Calderón, quien fungió como presidente del Comité organizador de los eventos del Año Jubilar, más unos 200 presbíteros.
Se inició esa ceremonia con el signo de la cruz y la invocación trinitaria, el saludo litúrgico y una monición para proseguir con la oración a la Santísima Trinidad.
Después de lo anterior, el Sr. Obispo Dn. Javier Navarro cerró junto al presbiterio una pequeña caja de madera en la que previamente se colocaron diversos signos del Jubileo: martillo, medallas episcopales y un documento firmado por el Sr. Nuncio Apostólico, el Sr. Obispo Diocesano, el Sr. Obispo auxiliar, los Srs. Obispos concelebrantes y el secretario canciller. Se colocará en un sitio especial para que sea abierta dentro de 50 años.
Hecho esto se inició la procesión de salida hacia el atrio de la Catedral para el cierre de la Puerta Santa mientras se cantó el himno “Te pertenecemos Señor”.
En el atrio se colocaron los obispos concelebrantes, el Sr. Nuncio, los sacerdotes del Consejo de Consultores, vicarios episcopales y los vicarios foráneos.
El Sr. Nuncio, el Sr. Obispo de Zamora y su auxiliar procedieron entonces a cerrar la Puerta Santa de Catedral. Luego, ante las puertas, se postraron en reclinatorios para orar en silencio y rezar la oración el jubileo.
LA PROCESION AL SANTUARIO
Después de esta llamativa ceremonia se desarrolló una imponente procesión hacia el Santuario Guadalupano en la que participaron, en ese orden, el servicio de Liturgia, un diácono con el Evangeliario, los representantes de las foranías con sus parroquias, los numerosos movimientos diocesanos, las religiosas, los religiosos.
Asimismo, la Cruz Jubilar, los estandartes de los Siervos de Dios, las reliquias, las imágenes de los beatos, la Virgen de la Esperanza patrona de la Diócesis, los sacerdotes con estola y que llevaban casulla, los foráneos, los integrantes del Colegio de Consultores y los vicarios episcopales para cerrar con los señores obispos y el Sr. Nuncio. Toda la procesión tuvo una longitud no menor a medio kilómetro.
Justo en ese momento de la celebración del año Jubilar un sismo de 6 grados cimbró a la ciudad mientras que las campanas de catedral y las del Santuario Guadalupano eran echadas a vuelo.
LA MISA CONCELEBRADA
Después de la procesión que se desarrolló por el costado sur de Catedral y continuó por Hidalgo y Cázares, se tuvo el momento central y culminante de la clausura del Jubileo: la misa en el Santuario Guadalupano, que fue insuficiente para dar cabida a las presentaciones de la Diócesis.
En el Santuario las reliquias y la Virgen de la Esperanza fueron colocadas junto al Cristo. La Cruz Jubilar fue colocada junto al ambón, misma que fue entronizada por el P. Felipe Vega, el Sr. Obispo Auxiliar, 2 niños, 2 jóvenes, un matrimonio de la zona del valle y otro matrimonio de la sierra así como 2 religiosas: una de vida activa y otra de vida contemplativa.
Después de la entronización de la Cruz del Jubileo se oró por la paz y se desplegó por unos minutos una manta con la figura enorme de una paloma blanca como signo de la paz.
Al inicio de la misa el Sr. Obispo Dn. Javier Navarro dirigió un saludo de bienvenida al Sr. Nuncio. Se refirió al origen de esta Diócesis que se inició con 34 parroquias, número que ahora llega a 134. Entonces había unos 50 sacerdotes y ahora son casi 300. Dijo que han sido 150 años de luces y de sombras.
De la misma manera se refirió a los grandes personajes que esta Diócesis ha dado no solamente en el campo religioso sino también en el campo civil.
En el campo religioso se refirió a los dos beatos: Vicentita Dorota y José Sánchez del Río y a San Rafael Guízar y Valencia primer obispo santo de América. De la misma forma se refirió a los grandes fundadores de congregaciones pero también a los grandes personajes de la vida civil en los campos de la cultura y la política que estuvieron en el Seminario.
Que ahora, en el presente, nos llenamos de gozo por la presencia del Sr. Nuncio en los 150 años de la Diócesis porque con su presencia sentimos el acompañamiento del Papa Francisco. Que esta presencia es de condescendencia y de acercamiento.
Que en esta Iglesia particular en medio de lágrimas, de no pocos lamentos, en medio de todo ello, la fe se mantiene firme, no se ha perdido la esperanza. Que aquí tenemos nuestra Esperanza, la primera imagen coronada en México y que ella es la que nos inspira, ella es nuestra protectora.
También agradeció a quienes han hecho posible la celebración del Jubileo. Agradeció a las autoridades civiles de las cuales estuvieron presentes la alcaldesa de Zamora, Rosa Hilda Abascal, varios regidores y Martín Arredondo Delgado, alcalde de Jacona y su esposa.
Reconoció la importancia de los fieles a quienes se ha insistido en incorporarlos e involucrarlos más en labores pastorales.
Que esta es una Diócesis que quiere ser una comunidad que busca salir adelante con grandes esperanzas en estos tiempos difíciles. Que es una Diócesis con un pasado y un presente que dan certeza al futuro.
Después de la oración coleta siguió la misa como de costumbre hasta llegar a las Lecturas, la primera de ellas en Purépecha. Luego de la lectura del Evangelio el Sr. Nuncio dio la homilía durante la que de entrada externó su gozo por poder estar en los 150 años de esta Diócesis durante los que la Iglesia ha orientado la vida de esta Diócesis. Que ha estado 5 veces en la Diócesis con motivo de diferentes acontecimientos. Que la Iglesia somos todos y que está presente en los diversos ámbitos de la sociedad.
Se refirió en términos muy elogiosos a su visita, el día anterior, a Sahuayo por la tarde, dentro del centenario del Niño Mártir José Sánchez del Río y a Tanhuato por la noche por el centenario del Santo Cristo Milagroso.
REINVENTAR EL ANUNCIO DEL EVANGELIO
Que el reto principal ante los cambios fuertes en el mundo, marcados por las dificultades, es la pérdida de valores. Ese el contexto en el que se tiene que anunciar el Evangelio, lo cual no es fácil sino, por el contrario, muy complicado.
Es necesario reinventar la forma de evangelizar. La familia es el lugar de educación, de formación. Lograr sociedades bien formadas para que sean buenas formadoras. La actual es una sociedad con mucha violencia, por lo que hay que ir a la raíz de lo que provoca la violencia que es la falta de educación, la falta de valores.
Por ello es necesario rescatar los valores a través de la educación, a través de una nueva educación de los educadores.
En relación con la fecha de fundación de esta Diócesis, comentó que por la misma época se fundaron por lo menos 8 diócesis en el país. Que esto ocurrió luego de las Leyes de Reforma y en respuesta a las necesidades específicas de la época. Se fundaron también para responder a los retos de la Iglesia de esa época y que también ahora, para responder a las necesidades actuales recientemente se han creado 3 nuevas Diócesis en el país. Por cierto que dos de esas 3 nuevas Diócesis son gobernadas por obispos nativos de la Diócesis de Zamora.
Anunció que con el mismo propósito de responder a las necesidades actuales de la Iglesia se habrán de crear próximamente otras diócesis, una de ellas en Cuautitlán, estado de México y, tal vez, otra en el norte del país.
Llamó a proseguir la tarea con renovado entusiasmo para lograr un presente más humano y valores bien cimentados para un mañana mejor para las nuevas generaciones.
En cuanto al origen de la celebración de jubileos, proviene del pueblo de Israel. El verdadero y cumplido Jubileo que Dios quiere es el Jubileo eterno.
Dijo ser muchos los frutos en los 150 años de esta Diócesis, logrados gracias a la semilla lanzada por quienes nos antecedieron.
En relación con la violencia, consideró que no podemos cerrar los ojos ante el nulo respeto por la vida y la dignidad de la persona humana. La Palabra de Dios nos pide no perder la esperanza, que nos llenemos de fortaleza para enfrentarnos, unidos, a una realidad que nos cuestiona. Aumentar la fe, el crecimiento de la coherencia cristiana y la plena comunión.
PRESENTACION DE OFRENDAS
Durante la presentación de las ofrendas se hizo primero la ofrenda purépecha con representantes de parroquias de la sierra, a las que siguieron las de las 15 foranías de la Diócesis y representantes de congregaciones religiosas y los grupos y movimientos diocesanos.
En la parte final de la misa el Sr. Obispo Dn. Javier Navarro hizo el envío misionero con el que se cerró el año jubilar. Dos representantes de los diversos sectores de la comunidad diocesana: sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos, educadores, agentes de salud, familias, jóvenes, catequistas, indígenas y otros, se acercaron al presbiterio para recibir la luz del cirio pascual.
Se desarrolló entonces una breve ceremonia en la que el Sr. Obispo Dn. Javier Navarro dio un breve mensaje relativo al envío misionero a fin de que los enviados promuevan el evangelio en el ámbito social en el que se desarrollan.
Luego los misioneros establecieron ante el Sr. Obispo el compromiso de proclamar el Evangelio, de dar testimonio de vida. Luego se rezó la Oración de Envío Misionero.
Finalmente, el Sr. Obispo Auxiliar Dn. Jaime Calderón dio un mensaje de agradecimiento a todos los que colaboraron en los eventos del Jubileo y sobre todo en la clausura de éste.
Lo hizo luego de haber un breve resumen de los preparativos del Jubileo y el desarrollo del mismo, con lo que concluyó, en sus distintos momentos, una celebración que duró, desde el evento en Catedral casi 4 inolvidables horas.