Escribir de un país como Chile, es escribir del segundo, después de Brasil, que tiene un mayor crecimiento económico en América Latina, de quien tiene una alfabetización del 95% de su población y del sexto productor de vino en el mundo, de quien es el segundo receptor de inversión extranjera; de quien se le considera el país más estable de América Latina.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual considera el crecimiento de un país mediante el número de patentes de nuevas invenciones –OMPI-- solicitadas a dicho organismo; el año pasado no hubo cambios en cuanto a quienes son los lideres que son los mismos que lo han sido en los últimos años: Estados Unidos, Japón, China Alemania y Corea del Sur. Se dice que en Europa no hubo variaciones y en América Latina los niveles de solicitudes son insignificantes, pero quienes más presentaron fueron Brasil con 660 solicitudes, México 233, Chile 144, Colombia 82, Argentina 26, Perú 13, Costa Rica 12, Cuba 9, Venezuela 1. El jefe de economistas de OMPI, CarstenFink, afirma que los países latinoamericanos para tener un buen crecimiento deben crear un ecosistema en el que pueda florecer la innovación, lo que implica tener un buen sistema educativo, incentivos fiscales para impulsar la investigación y desarrollo de nuevos productos. En esto es en lo que está apostando Chile que ya ocupa el primer lugar en Latinoamérica con nivel más alto en educación, desbancó a su maestro Uruguay, el cual ahora es el segundo y después Brasil.
Los países asiáticos, junto con Estados Unidos principalmente, son los que han tenido un mayor crecimiento. Ese crecimiento se ha debido a que invirtieron en educación de calidad y en investigación, en tanto que la gran mayoría de los países latinoamericanos despilfarraron el dinero en subsidios sociales, o sea, en la infinidad de programas provisorios que llevaron a crear falsa sensación de progreso sin planear un crecimiento a largo plazo.
En Chile se ha apostado por la educación. El sistema educativo es de alto nivel y se ve que cada vez se cuenta con estudiantes que cursan un doctorado y también que en las principales universidades como la Real y Pontificia Universidad Católica de Valparaiso se realiza investigación. Ahí han abierto las puertas a investigadores de otras naciones y los resultados se verán en un futuro corto.
Hasta hace poco, Chile basaba su economía en la extracción y venta de cobre. Aún sigue siendo de lo más importante pero ahora se complementa con la producción y venta de vinos, la producción de aguacate y lo que conocemos como frutillas --fresa, frambuesa, arándano y zarzamora--.
Sudamérica poco a poco sigue los pasos de naciones asiáticas con Brasil, Chile y Uruguay a la cabeza; Centroamérica con Costa Rica y veremos qué pasa con México.
EVERILDO GONZÁLEZ ÁLVAREZ
Desde Viña del Mar, Chile, en el que e encuentra de visita.