También inauguró pavimento en una calle
Durante un recorrido que realizó el lunes la presidenta municipal, Rosa Hilda Abascal Rodríguez, puso en servicio una nueva celda de confinación de desechos en el relleno sanitario e inauguró el pavimento de una calle.
El recorrido, que realizó acompañada por regidores y funcionarios municipales, comenzó antes del medio día en la calle Prolongación Circunvalación donde inauguró el pavimento en un tramo de esa calle ubicada en la colonia La Lima.
Antes de cortar el listón inaugural la presidenta municipal se refirió a la buena calidad de la obra y a la rapidez con que se hizo a fin de reducir al máximo las molestias causadas a los vecinos una representación de los cuales estuvo en el evento.
Dio las gracias a los vecinos por hacer equipo con el ayuntamiento y por su participación económica que representa un 10 por ciento del costo total de la obra que reportará diversos beneficios como el incremento del valor de las propiedades y permite elevar la calidad de vida de las familias al quedar eliminados lodazales y tolvaneras.
Escuchó palabras de agradecimiento de parte de los vecinos en voz de Enrique Quintana pero también la petición de otros vecinos para que se pavimente un tramo de esa calle que quedó pendiente.
La alcaldesa ofreció pavimentar ese tramo pendiente cuando los beneficiarios del tramo pavimentado terminen de pagar la aportación realmente simbólica que a cada uno corresponde.
En esa obra se invirtieron 845 mil 986 pesos de los que el gobierno federal aportó 422 mil 993 pesos; el gobierno municipal 338 mil 394 y los beneficiarios 84 mil.
Los trabajos consistieron en la pavimentación de 638 metros cuadrados; 55 metros lineales de guarnición; casi 40 metros cuadrados de banquetas así como 115 metros lineales de drenaje sanitario, otros tantos de línea de agua potable e igual longitud de balizamiento.
NUEVA CELDA EN EL RELLENO SANITARIO
De la Privada de Circunvalación la alcaldesa, acompañada por su comitiva, se trasladó al relleno sanitario en donde fue recibida por Alfredo Fernández Montúfar, director de Aseo Público, y el equipo de trabajo que se encarga de mantener y operar ese lugar de confinación de los desechos que se generan en el municipio.
La visita la hizo la alcaldesa para poner formalmente en servicio la que es la sexta celda de confinamiento de desechos del relleno sanitario que por cierto es manejado muy adecuadamente pues no genera fauna nociva como enjambres de moscas ni malos olores como pudo constatarse durante la visita.
Antes de dar el banderazo para poner en servicio la celda de confinamiento el director de Aseo reconoció el apoyo del ayuntamiento para que el relleno sanitario pueda operar adecuadamente.
Señaló que contra lo que sucede en otros municipios que tienen relleno sanitario donde van al día en cuanto a espacio en el de esta ciudad se toman las previsiones necesarias para evitar que las celdas de confinamiento se saturen y se corra el riesgo de no tener espacio para depositar los desechos.
Explicó que aún se tiene espacio en la quinta celda para confinar los desechos durante un periodo de por lo menos 4 meses pero que se pone en servicio la sexta celda para cubrirla con una primera capa de desechos y esté compactada antes que se inicie la próxima temporada de lluvias.
También informó que el terreno del relleno sanitario tiene una superficie de 25 hectáreas suficiente para cubrir las necesidades de por lo menos unos 6 años.
La sexta celda que se puso en servicio ocupa una superficie de una hectárea y tiene capacidad para recibir 100 mil toneladas de desechos y una vida útil de 2 años.
La presidenta municipal informó que se está trabajando fuerte en el relleno sanitario por lo que mientras en otros municipios se ahogan en medio de la basura en Zamora se toman medidas y se realizan acciones preventivas.
Cabe señalar que cada celda de confinación de desechos es una especie de fosa cavada a determinada profundidad en este caso en la loma del cerro.
Esa fosa es cubierta con un material plástico a manera de enorme lona conocida como geomembrana que impide que los líquidos, conocidos como lixiviados, que se desprenden de los desechos, se filtren y contaminen el subsuelo.
A la vez la geomembrana es protegida con una capa de cementante para evitar que la rompan o dañen los camiones de aseo público cuando descargan los desechos en la celda de confinamiento.
De la misma manera se instalan en la celda varios tambos metálicos, uno sobre otro, perforados por sus lados que hacen la función de respiraderos por los que sale el gas metano que se genera en el proceso de descomposición de los desechos. La expulsión del gas evita que se acumule en la celda de confinación y provoque que esta se incendie.
Otro derivado del proceso de descomposición de los desechos es el líquido que se conoce como lixiviado y que es altamente contaminante. Este líquido es drenado y depositado en una laguna de lixiviados, en este caso con una capacidad para 3 millones de litros. Ese líquido es inyectado en la celda donde se degrada.(ASR)