GUIA, 6 de agosto de 1989.—El pasado lunes el Secretario de Hacienda dio a conocer un nuevo procedimiento aduanal. Se trata de un proceso que entró en operaciones en el Aeropuerto de la Ciudad de México y se espera que esté funcionando en todas las aduanas de los puertos del país en un término de quince días. Hasta ahora los viajeros que regresaban del extranjero se topaban con engorrosos trámites y revisiones en las aduanas. Ahora el procedimiento será mucho más sencillo. En cada aduana habrá un área en donde los viajeros podrán declarar sus mercancías por más de 300 dólares, —que es la franquicia vigente— que traigan en su poder y que quieran introducir al país. En esa área, el viajero declarará y pagará el impuesto correspondiente según la Ley. Habrá otra área “libre” a donde pasarán los pasajeros que traigan productos por menos de 300 dólares. En esta área habrá una caja con un botón que al apretarlo se encenderá una luz. Si la luz es verde el viajero pasa sin revisión, si la luz es roja tendrá que abrir sus maletas. Se revisará a diez de cada cien pasajeros.
Si se llega a encontrar que algún pasajero sujeto a revisión no declaró su mercancía, podrá ser acusado de contrabando, que es un delito federal que puede ser castigado incluso con cárcel y tendrá que pagar además de los impuestos una fuerte suma administrativa. Además cada aduana tiene un síndico que tendrá la tarea de vigilar que los vistos aduanales no abusen de su cargo en perjuicio de los viajeros.
Con el nuevo sistema es de desear que los miles de emigrados michoacanos que vienen de Estados Unidos a su terruño a visitar a sus familiares ya no sean objeto de abusos y extorsiones por parte de los empleados aduanales, cosa que ocurre con bastante frecuencia en la actualidad. Sin embargo para que el servicio de aduanas funcione adecuadamente es necesaria la colaboración de los usuarios, quien traiga algo que declarar, que lo declare. Esperamos que el nuevo procedimiento aduanal, no quede sólo en buenos propósitos.