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Conserva sus hermosas construcciones- Muchas están deterioradas- Tiene elementos para que sea declarado Pueblo Mágico
PUREPERO—Esta población, asentada en el corredor Carapan-Purépero-Tlazazalca-La Piedad, tiene muchos elementos para que pueda llegar a convertirse en un Pueblo Mágico pero falta que sus habitantes trabajen en ello.
La población es una de las pocas de la región que conservan casi intacto su hermoso estilo arquitectónico típico tradicional michoacano sobre todo en el centro histórico.
A sus portales de los costados norte y poniente de la plaza principal se suma el portal oriente que con su arquería se distingue de los otros y que corresponde a la presidencia municipal.
Los portales de los costados norte y poniente corresponden a la arquitectura tradicional en la que destacan el uso de madera y teja así como el adobe y el tejamanil. Se distinguen por sus esbeltas columnas de madera, altos tapancos y viguería de madera y sus techados de teja roja de dos aguas.
Ese es el mismo estilo que conserva la mayoría de las construcciones del centro histórico: altos techos de madera y teja con sus aleros, espaciosos y frescos patios en torno a los cuales se acomodan, generalmente en forma cuadrangular, pasillos, recámaras, cocina y otros servicios.
Incluso el templo parroquial tiene cubierta de teja con techo de dos aguas. También de teja es el techo de la cúpula, lo cual no es muy común en los templos.
Dadas sus características existe incluso un Reglamento de Protección, Conservación y Mejoramiento de la Imagen Urbana aprobado el 13 de diciembre del 2005 y publicado en el Periódico Oficial del Estado el 30 de marzo del 200.
El artículo 91 establece que corresponde al ayuntamiento, a través de la Dirección respectiva, la aplicación de ese Reglamento en los sitios y zonas declaradas de protección y mejoramiento de la imagen urbana en todo el territorio municipal.
De la misma manera establece la competencia del Instituto de Antropología e Historia (INAH)
que para toda obra de restauración, rehabilitación, remodelación, aplicación, obra nueva, demolición, reparación menor, infraestructura, servicios, colocación de anuncios o cualquier otra acción e intervención, tanto en propiedad privada como pública, en las zonas declaradas se deberá contar con la licencia, el permiso o la autorización de la Dirección. Para obras de mantenimiento en general
basta con dar aviso a la Dirección por escrito, especificando en una hoja tamaño carta: lugar y tipo de acción a realizar, ubicación del inmueble, duración estimada de los trabajos, acompañado con fotografías a color del inmueble.
También se establece en el artículo 71 la obligación de que para toda obra se nombren peritos o directores responsables de obra que son aquellos ingenieros o arquitectos registrados en el ayuntamiento con ese carácter.
DETERIORO DE LAS CONSTRUCCIONES
Sin embargo la mayoría de las edificaciones muestran un notorio deterioro que hacen necesarias acciones de rehabilitación, restauración y mantenimiento.
Hay, en el caso de los portales del centro de la ciudad, construcciones deterioradas tanto en sus muros de adobe como en algunos elementos de madera que hacen necesaria su reposición, pues de lo contrario se corre el riesgo de que el deterioro llegue a ser irreversible y ponga en riesgo a los edificios mismos.
En el caso de las fachadas de las viviendas del centro histórico de esta población las techumbres también presentan algunos daños pero el deterioro en otros elementos como puertas, ventanas y cornisas es mínimo.
Sin embargo en muchos casos las construcciones quedarían relucientes, hermosas, simplemente reparando los enjarres de lodo y reponiendo la pintura de las fachadas.
Con esa limpiada de cara que se le diera a la ciudad Purépero realmente ganaría muchísimo en lo que se refiere a mejoramiento de la imagen urbana.
Lo anterior podría complementarse con mejoras a edificios públicos y sobre todo los que tiene en lo referente a arquitectura religiosa como es el caso de los arcos de cantera que están en los accesos al atrio del templo parroquial que tienen valor arquitectónico pero que lamentablemente están muy deteriorados.
Otro tesoro arquitectónico religioso que vale la pena restaurar y recuperar es la capilla de La Inmaculada que está a pocos pasos del templo parroquial.
En la arquitectura civil destaca el palacio municipal, construido en 1888 siendo gobernador del Estado Mariano Jiménez.
Bien podrían las autoridades municipales promover, impulsar y apoyar un programa tendiente a lograr la restauración de las construcciones dichas para conservarlas por su valor arquitectónico.